Tensas han sido últimamente las relaciones diplomáticas sino- japonesas. Esto se debe a la revisión del contenido de los manuales escolares de ciencias sociales destinados a los estudiantes secundarios japoneses. En dichos manuales, la masacre de los civiles de Nankín (Nanjing) en 1937, cometida por el ejército de ocupación nipón, es calificada de « incidente ». El termino «invasión» no se utiliza nunca, cuando se trata de hablar de la guerra de la «Grande Asia» que Japón llevó adelante a partir de los años 1930, informa el diario « Le Monde » (1).
Este reciente ejercicio de disimulación no representa un caso aislado que haya sido explotado por ciertos diarios en baja de ventas. Por el contrario, ilustra el ocultamiento recurrente de la verdad al servicio de la socialización nacionalista, con una tela de fondo de adoctrinamiento. La idea defendida por Kant, de una historia universal del punto de vista cosmopolítico, sigue enfrentándose, como decía el filósofo, a la fuerza de fines particulares, conforme a los deseos personales de sus autores, y con frecuencia en perjuicio del resto.
Desde este punto de vista, la enseñanza de la historia obedece a una necesidad política y social :
« Las sociedades esperan que el conocimiento del pasado las instruya sobre su propia historia, que las fortifique en el sentimiento de su originalidad y a veces también piden al historiador inventarla por completo, manteniendo así los mitos fundadores». (2)
Sin embargo, la Asamblea parlamentaria del Consejo Europeo afirma que « Todo individuo tiene derecho a conocer su pasado así como también el derecho a repudiarlo. » (3) y agrega que los ciudadanos tienen derecho a aprender una historia que no haya sido manipulada, y que por lo tanto el estado debería asegurar este derecho y estimular un enfoque científico apropiado, sin deformaciones de orden religioso o político de las materias que se enseñen.
¿No se podría atribuir, por lo menos en parte, al etnocentrismo exacerbado los repetidos fracasos de la paz? El hecho que aún hoy en día los manuales escolares contengan presentaciones alambicadas de crímenes de lesa humanidad, dice Fernando Reimers, nos recuerda con elocuencia cuanto queda aun por hacer para permitir a la UNESCO cumplir en toda su dimensión la misión que se le encomendara en su primera Acta constitutiva: « Las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres que deben construirse los reparos de la paz» (4).
(1) Le Monde. « Des manuels scolaires japonais scandalisent la région ». 6 avril 2005.http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-3210,36-635878@51-633376,0.html
(2) Bureau international d'éducation (1999). «Aprender a vivir juntos gracias a la enseñanza de la historia y la geografía». Informe final del coloquio. http://www.ibe.unesco.org/International/Publications
/FreePublications/andre.htm
(3) Recommandation 1283 de 1996 relative à l'histoire et à l'apprentissage de l'histoire en Europe. http://eurochild.gla.ac.uk/francais/CoE/Recommandations/
CoE_Rec1283(FR).htm
(4) « Guerra, educación y paz ». Perspectives, XXXIII. BIE, mars 2003. http://www.ibe.unesco.org/International/Publications/Prospects
/ProspectsTablesOfContent/pr125tcf.htm
Ilustración : « La version commerciale diffusée à 700.000 exemplaires du manuel négationniste. On peut lire, en bas: "Nous voulons être jugés par la Nation" ». tomado del Sitio amnistia.net
http://www.amnistia.net/news/articles/negdoss/japnega/japmanu.htm