Desde hace más de diez años, varios gobiernos han empezado el nuevo round de reformas de sus sistemas educativos respectivos ; estos cambios son particularmente visibles en los países miembros de la Organisación por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La EIP continúa de ejercer presión hacia los gobiernos, para que estos incluyan la enseñanza de los derechos de la persona en sus orientaciones generales de política educativa y en el contenido de la formación profesional.
De ésta manéra, la EIP continúa uno de los objetivos que llevaron en 1967 a su creación ; pero también somos concientes que éste trabajo va ser largo y que los resultados esperados tardaran en realizarse.
Pocos gobiernos, en la practica, han seguido nuestra invitación ó aquella de la ONU - cuyo decenio sobre la educación de los derechos humanos se termina este año. Desgraciadamente por el momento llegamos a la triste conclusión que los gobiernos no dan la prioridad a la enseñanza de los derechos de la persona.
De manera racional se puede comprender la reticencia a la promoción de los derechos humanos en aquellos países donde los derechos no son respetados, ó aún, en donde restricciones constitucionales impiden el ejercicio de estos. Sin embargo, hay que seguir denunciando éstas prácticas y apoyar a aquellos que, bajo amenazas, continuan la lucha por la democracia.
En los países calificados democráticos, la enseñanza de los derechos no resulta ser más facil. Concretamente no se puede hablar de una tradición profunda en este campo.
La moda se orienta hacia la estrategia de intervenciones educativas que tratan de regularizar las relaciones sociales a través la enseñanza - en la escuela - de las reglas de civismo. Reglas que sirven de canal al aprendisaje de las reglas, valores y comportamientos en sociedad.
No jusguemos demasiado rapido este tipo de sistemas, pues parecen dar una solución a la necesidad de un aprendisaje para poder vivir en comunidad, sobre todo en los contextos actuales de descirtesía y violencia escolar.
Pero no sólo la conjuntura social explica porque la educación en derechos humanos esta poco presente en la formación escolar.
Muchas políticas educativas, por bien intencionadas que sean, en la lucha contra las desigualdades socio-escolares, ó aún, en la ayuda de niños con dificultades, no son concevidas para el desarrollo de una cultura política.
Lo que éstas políticas visan es el dominio de saberes y competencias que permitiran a los estudiantes de integrarse en el mercado del trabajo, de participar al desarrollo collectivo, de actuar como buen ciudadano y consumidor avisado.
Este « estudiante ideal » corresponde al proyecto de una socieda determinada por el rendimiento, la rentabilidad, la conformidad a las reglas y al poder de compra.
Pero el estudio de los derechos humanos invita al analisis de una situacion en un medio ambiente determinado y las contradicciones que éste análisis podrian meter en peligro ciertos valores dominantes en nuestras sociedades.
En una época donde se celebran los valores neo-liberales podemos comprender la situación delicada en la cual se encuentran los dirigentes gubernamentales, pues apoyar y desarrollar políticas educativas que integran el estudio de los derechos humanos, pondria de manifesto las consequencias negativas de la visión actual del mundo, donde la gran majoridad no recibe el beneficio anunciado.
Si como lo pensamos, la Escuela – en terminos generales – es el instrumento más importante de la transformación social ; si como lo pensamos los derechos humanos han sido proclamados por la comunidad internacional para ser parte de esa tranfosmación, tenemos que concluir que las políticas educativas, como voz del Estado miembro de ésta comunidad, tendrian que ser la puerta abierta legitima a la enseñanza de los derechos de la persona.
Es, en todo caso, aquello a lo cual nosotros aspiramos.
Ilustración : En la imagen Están sustituyendo una “Barraca” con el letrero “Escuela”
dibujo, tomado del Sitio Yanous ! Focus handicap
http://www.yanous.com/news/focus/focus091106.html